Fantásticas aportaciones la de los tres. Para mí Bobby Fischer y Karpov (por ese orden) son mis ídolos.
El primero tuvo la inteligencia suficiente para sacar al ajedrez del 'enquistamiento' que supone las aperturas sin desnaturalizar la esencia del ajedrez, algo que si nos paramos a pensar era muy, pero que muy, difícil. Lástima el final que tuvo su vida.
Y el segundo tuvo la osadía de enfrentarse a una máquina sin miedo a perder prestrigio.
Por supuesto que la historia del ajedrez está llena de grandísimos personajes que nos han hecho disfrutar.
Saludos.